En la
mitología japonesa, es un yōkai con la apariencia de un perro blanco de cinco
colas largas, las cuales representan cada una los cinco elementos: fuego, agua, aire, tierra, rayo.
Se dice que
cuando el Hōkō, utiliza simultáneamente sus colas, estas producen enormes
desastres naturales, principalmente terremotos. Está asociado espiritualmente al árbol en el cual vive, y no duda en defenderlo mediante ilusiones terroríficas que puedan alejar las visitas no
deseadas.